jueves, noviembre 25, 2004

Sentidos pasajeros

En ocasiones, un soplo de aire repentino e inesperado, le da un nuevo sentido a todo. Pero normalmente, en esos casos, el sentido no puede mantenerse por sí solo mucho tiempo, es pasajero...

Durante unas horas parece que las piezas del rompecabezas encajan milimétricamente, a la perfección. Quizás la estructura permanezca intacta algún tiempo. Hasta que un día, cualquiera de esos que te levantas desorientada y algo confusa, descubres todas las piezas nuevamente desparramadas sobre la cama... y comienzan a golpearse las ideas, los sentimientos se emborrachan y tu mente racional se declara en huelga. Kaos en tu interior. Sentido y pasajero.

Para entonces, sólo te queda tomar aire y anular todas las citas del fin de semana, prepararte un buen capuccino, o dos, y llenarte de calma para reconstruir el mapa mental. Sentarte frente a la montaña de sueños mareados e ir probando, una a una, todas las combinaciones posibles.

Objetivo: reorganizar toda esa amalgama de colores, emociones y verdades, siendo lo más práctica, realista y positiva posible. Hacer del kaos el equilibrio.

Con el último suspiro, puede que hayas conseguido hacer encajar todas las piezas. Aunque lo más probable es que hayas pasado la vida entera sumergida entre todas ellas, a punto de lanzarlas por la ventana entre combinación y combinación.

Moviéndote siempre entre sentidos pasajeros...