viernes, noviembre 26, 2004

Estado de shock

Encontronazos repentinos con la realidad que algunas personas fabrican para si mismas pueden provocar estados de shock transitorios. Momentos de paralización de pensamientos, seguidos de un torbellino de ideas e imágenes que golpean cada rincón del cerebro hasta dejarlo medio tonto. Catarsis provocada por la percepción (subjetiva o no)de falta de coherencia y naturalidad en el comportamiento y la forma de enfrentarse a la vida.

La primera reacción, ira y rabia. La segunda, impotencia.

Y después de pensarlo un rato, te das cuenta de que no eres la única a la que se le empañan los cristales de ver el mundo de vez en cuando, de que cada uno tiene una manera distinta (ni mejor ni peor) de funcionar. De que cada uno es dueño y esclavo de si mismo, y el tiempo pone las cosas en el sitio que les corresponde... y a las personas también.

Y entonces, el estado de shock remite, y puedes seguir caminando tranquilamente.