jueves, diciembre 02, 2004

Cerca de mi

No estás y te veo. No estás y te siento aquí.

Recuerdo tus gestos, tus miradas cómplices y tu forma especial de guiñarle el ojo a la vida. De arrasar con todo. De caerte y levantarte. De seguir siempre hacia delante. De comerte el mundo aún cuando no tienes hambre...

Recuerdo los paseos por la playa, por los parques y barrios de nuestra ciudad, de cualquier ciudad. Recuerdo nuestras conversaciones y nuestras risas al fondo del bar. Nuestras coronitas, spaguettis, capuccinos y tartas de chocolate a media tarde, o a media noche. Recuerdo tu olor y tus ganas locas de abrazarme. Tus pantalones vaqueros desgastados, tu atuendo informal y descarado. Tus tacones, tus deportivas, tus camisetas de algodón y tus minivestidos de colores.

Recuerdo los consejos, los sermones, las ralladas mentales y el deseo de darle un puntapié al mundo cuando no es como queremos. Las discusiones en mi casa, en la tuya, en la tetería, sentados sobre una alfombra esperando a que el sol se esconda para elevar el vuelo sin que nadie nos vea. Las tardes enteras tirados en la cama escuchando a Rober y a Fito. Recuerdo las peladas, las locuras, las noches interminables a la luz de las velas o del neón. El ron, la cerveza y el Lambrusco. Recuerdo tu forma de moverte en el escenario, en el césped y en la arena. Tus chistes y desvergüenzas. Tu manera de bacilarle al mundo y enseñarme a reirme de todo. Tus canciones por teléfono. Recuerdo tu habitación, tus fotos, tu bote de chicles y tus posters del Che. Tus historias y sueños, tus pesadillas y desvelos. Tus lágrimas de cocodrilo persiguiendo a las mías por el comedor. Tus "quedamos para estudiar" sin traer siquiera los libros.

Recuerdo los silencios y las frases que uno empieza y el otro acaba. Los libros compartidos y las tertulias con café. Las canciones y los bailes por el pasillo. Las escapadas en moto hasta las tantas. Los retos, las improvisaciones, las manifestaciones incontroladas de cariño y rebeldía. Los "deberías" que no queriamos escuchar. Los "te quiero", "quiéreme mucho" y "yo más". Los asuntos pendientes, las despedidas...

Recuerdo tu nombre, tus ojos y tu forma incondicional de quererme. Recuerdo las promesas y la ilusión por verlas cumplidas.
Recuerdo el porvenir de mi pasado. Y siento que siempre estarás cerca de mi.

(PD: A todos los que hoy estáis tan lejos y tan cerca...)