sábado, diciembre 18, 2004

Despedidas de limón

Hay despedidas para todos los gustos. Grandes y pequeñas. De sabores y colores muy diversos. Siempre puedes descubrir la tuya en la cesta de la compra. A mi sólo me gustan las pequeñas y de limón. Ácidas y dulces. Esas que pican durante un rato pero al final dejan un buen sabor de boca. Las otras, no.

Silencio en la estación. Poco a poco se vacía el espacio que hace nada llenabas con tu risa. Me han preguntado por ti los parques y han derramado una pequeña lágrima. Huelen a ti las calles, cada rincón de todos los rincones que hemos compartido en esta ciudad que no es la nuestra.

Y a unas horas de aquí y de ahora, tus calles volverán a llenarse de ti. Tu risa inundará tu casa y le devolverás la luz que tanto extrañaba. Y así una despedida se convertirá en ilusión y fuerza para invadirlo todo, como cuando eras chico.

Esta es sólo una pequeña despedida, con sabor a tarta de limón.