miércoles, abril 13, 2005

No, hasta las siete

No, hoy no te besaré hasta las siete. No te acariciaré el cabello hasta las siete y dos minutos. No te diré que te quiero hasta que se esconda el sol y el alcohol corra por nuestras venas. No me abrazarás hasta las ocho, ni me mirarás a los ojos hasta las nueve. No nos fumaremos ese porro a medias hasta las diez, ni jugaremos entre las sábanas hasta pasada la media noche. No dormiremos hasta las tres ni desayunaremos churros hasta las once. No te irás hasta la una ni volveremos a vernos hasta las cinco. Pero esta vez podríamos quedar en el local de la esquina, que ahí está permitido amarse a partir de las seis.