domingo, diciembre 05, 2004

Apariencias

Las cosas no son siempre lo que parecen. Unas veces nos las imaginamos peores, y otras mejores de lo que son en realidad. Por eso la mejor opción es no esperar nada, no interpretar nada ni tratar de buscarle sentido a las cosas que no lo tienen, hasta que lo tengan.

Me puedo quedar sentada durante horas preguntándome por qué, qué es lo que he hecho tan mal... Pero no lo haré, porque no tiene demasiado sentido.

Puedo llorar e inundarme de una tristeza inhumana, y esperar a k vuelvas a mi lado para explicarme el verdadero motivo de las cosas, la realidad que las envuelve... Pero tampoco lo voy a hacer, porque no sé si entenderé algo de lo que me cuentes... No sé si tiene sentido...

Hoy es un mal día. Para mi y para ti. Mi cielo se ha nublado de repente y me siento muy débil y cansada. Me siento a miles de kilómetros de la estrella que anoche iluminó el firmamento, y a oscuras seguiré caminando un poco más, por si descubriera en el camino que hay cosas que pueden ser justo lo que parecen, ni más ni menos.