jueves, junio 16, 2005

Cosas que pasan

- Sí, me acosté con Rubén. Y no sólo eso, sino que además me gustó.

Le asestó seis puñaladas en el pecho, tratando de atravesar su corazón de la misma manera en que ella acababa de atravesar el suyo. No hubo gritos, ni llantos, ni súplicas de perdón. Ella sabía cómo reaccionaría él y él sabía que ella no gritaría. Siempre habían sido una pareja muy compenetrada.