sábado, mayo 14, 2005

Terremotos en el alma

Cuando él mira, lo hace de forma que tus adentros tiemblan. Cuando habla, seduce con sus palabras los temblores y los calma, los recoge uno a uno y los ordena por orden alfabético. Revoluciona los sentidos y los doma al mismo tiempo que camina, sigiloso, hacia dentro. Prende fuego al epicentro del asunto y lo apaga cuando calla, cuando duerme a tu lado y te abraza.

Él es capaz de provocar mareas en tus ojos y terremotos en tu alma.