jueves, enero 20, 2005

El Loco

Brilla el sol ahí fuera.
Sale corriendo en su busca y extiende los brazos con fuerza.
Todos le miran y piensan que está loco.
Él, tranquilamente, se tumba en medio de la plaza y respira hondo.
No ha reparado en ninguna de las medias sonrisas, ni en las miradas sorprendidas.
Pasados unos minutos se levanta y continúa su camino.
Ahora nadie le mira.
Pasea invisible entre la muchedumbre de sombras que apagan el día conforme pasan las horas.
Pero él ya ha tenido su instante de gloria.