miércoles, enero 19, 2005

Un alto en el camino

STOP.
Esto no es un campo de batalla. No es el lugar donde dejar caer juicios pesados e infundados, órdenes tajantes o ataques directos contra alguien. NO. No es el escaparate delante del que comentas con una amiga lo mono o lo hortera que es ese vestido rojo. Es mucho más que eso para mi. Es una ventana a mi mundo, a mi forma de ver la vida y entenderla, es un agujerito por el que podéis intuir mi universo de ilusiones. Y por supuesto que se aceptan comentarios y críticas, pero siempre que sean constructivas o, cuanto menos, no destructivas.

Mis últimos posts han suscitado alguna polémica, y no es que no me gusten las polémicas, pero me temo que no es esta la dirección que deseo que tome el blog. Y mucho menos si te trata de temas en los que hay terceras personas implicadas. Una cosa es que "filosofemos" sobre la vida o intercambiemos sueños y nostalgias, pero otra muy distinta es que alguien me diga lo que tengo que escribir o no, lo que tengo que hacer o dejar de hacer. Es bien diferente. Nadie tiene derecho a juzgarme (a mi ni a nadie) sin conocerme, basándose únicamente en los cuentos que escribo o los poemas de amor que inventé para alguien. Nadie conoce la verdadera historia de mi vida, y me parece un tanto atrevido verter juicios de valor y moralina barata sin tener datos objetivos para hacerlo (y aunque se tuvieran, tampoco me parecería del todo bien). Muchas de las cosas que escribo no son más que ciencia ficción, reflexiones inspiradas por algo o alguien, sueños personales o ajenos, cartas sin destinatario ni remitente oficial. Muchos de los posts son llamadas a mi misma, pequeñas anotaciones sobre lo que voy aprendiendo, una especie de guía de supervivencia para mi y el lugar perfecto en el que reencontrarme cada día conmigo misma. Muchos no hablan de mi y otros son, simplemente, textos que me gustan o pequeños regalos para quien los sabe apreciar.

No tengo que justificarme, ni pretendo dar explicaciones a nadie por lo que escribo, pero quería hacer un alto en el camino por si a alguien se le había olvidado que cada persona es libre para vivir su vida como mejor sabe y puede, que los cristales de mirar el mundo son diferentes (y respetables) para cada una de ellas, que nadie tiene la verdad absoluta sobre las cosas ni puede pretender tenerla y que "la musa" de cada uno es lo que nos hace diferentes o especiales.

(PD: A las personas que escribís, no cambiéis nunca. Y a las que leéis, no tratéis de cambiarnos.
Un saludo para TODOS de esta soñadora empedernida que nunca dejará de volar)